viernes, 12 de agosto de 2011

Luna roja, luna mía

Luna traicionera
de mi alma desgastada,
peleas contra la noche
por tu hermosura abandonada

Mientes a mis ojos
al decirles que son bellos,
al ser dulces tus mentiras
dulces son mis sueños

En la tranquila oscuridad
eres diosa de la soledad,
y en cada uno de mis huesos
se han marcado todos tus deseos

Ininterrumpida nuestra charla
que durante horas se realiza,
y al ponerse pálida mi alma
es tu canto seco el que la tranquiliza

Te alimentas del llanto
de un triste amor muerto,
pues el te da el encanto
que arrancamos de tu cuerpo

Tu venganza cruel
disfrazada de inocencia,
deja cicatrices en mi piel
cubiertas de demencia

Frágil locura momentanea
insípida fiebre provocada,
que ocurre al darte la bienvenida
para un día más,
satisfacer mi alma aún dormida.







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